Se habla mucho del trabajo multidisciplinario. Especialmente cuando se trata de toxicidades y peligros ambientales que suelen afectar a grupos ya considerados vulnerables, los planteamientos multidisciplinarios son útiles en la búsqueda de la justicia ambiental. Mediante la colaboración y los esfuerzos conjuntos, los problemas ambientales pueden abordarse a escala local, localizada y multiescala integrando a diversas partes interesadas en la investigación y la búsqueda de soluciones.
Pero, ¿qué significa en la práctica eso tan socorrido de «multidisciplinariedad»? ¿Dónde deberíamos empezar a explorar y dónde podemos aprender de los éxitos o errores de otros? Consideramos que los modos transdisciplinares son una forma especialmente valiosa de trabajar por la justicia medioambiental, pero creemos que la idea y los métodos necesitan un compromiso reflexivo y crítico. También creemos que la multidisciplinariedad no es la única forma potencial de luchar por un futuro habitable. Puede que esta forma de colaboración no siempre encaje en su contexto, o que encierre demasiados riesgos políticos.
Los siguientes recursos, elaborados por el grupo de trabajo de Enjust sobre multidisciplinariedad, pretenden ayudarle en esta exploración. Los miembros del grupo son: Judith Bopp, Jeanne Féaux de la Croix, Kathrin Eitel, Mennatullah Hendawy, Yvonne Kunz, Julia Rawlins y Juliane Schumacher. Existen diferentes maneras de definir la práctica multidisciplinar. Aquí la entendemos como:
“… un enfoque de investigación reflexivo que aborda los problemas de la sociedad mediante la colaboración interdisciplinar, así como la colaboración entre investigadores y agentes extracientíficos; su objetivo es posibilitar procesos de aprendizaje mutuo entre ciencia y sociedad; la integración es el principal reto cognitivo del proceso de investigación.” (Fuente: Jahn, T., Bergmann, M. & Keil, F. (2012). Transdisciplinariedad: Entre la integración y la marginación. Ecological Economics, 79, 1-10).